“Todo se puede”, la historia de triunfo de José Luis Padilla

Por Lorena Cárdenas

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Originario de un pueblo cercano a Tapalpa, México, José Luis Padilla, tras migrar a Estados Unidos, hizo su vida en aquel país sin pensar que un día, un padecimiento como la diabetes amenazaría con quitarle todo aquello por lo que luchó a lo largo de su vida. “Tuve diabetes como por 8 o 9 años. Me sentía cansado, decaído, iba a veces a trabajar y me sentía mal, a veces no dormía bien”.

La suya es una historia como la de tantos diabéticos alrededor del mundo, pues tras presentar una serie de malestares y acudir al médico para conocer el origen de estos, se le dio la noticia de que la diabetes había llegado a su vida: “Cuando fui la primera vez me dijo que estaba prediabético y luego, a las 3 semanas me dijo «Ya eres diabético», tenía 6.7% o 6.9% [en la prueba de A1C]”. Sin embargo, como es común, este veredicto no hizo más que empeorar la situación del señor José, pues el estigma de que su condición de salud lo acompañaría por el resto de su vida, lejos de mostrarle una salida, lo llevó a desestabilizarse todavía más: “Me sentía decaído, porque me dijeron que tendría diabetes para toda la vida. Ya ve que dice el doctor que para eso no hay remedio, y pues más me subía el azúcar”.

fueron los fármacos con los que el señor José se mantuvo activo

Metformina, januvia y otra pastilla para el colesterol alto fueron los fármacos con los que el señor José se mantuvo activo durante los 9 años que llevó a cuestas su diabetes: “A veces sí sentía mejoría, pero otras, me sentía cansado, con sueño. A veces no podía dormir y así era, en ocasiones me despertaba a las 3:00, 4:00 de la mañana y ya no me dormía”. Añade, además, que conforme pasaba el tiempo, en lugar de darle menos medicina, su médico le aumentaba la dosis de fármacos cada que iba a consulta.

Por fortuna, al señor José Luis Padilla ni la ingesta excesiva de medicamento ni el avance de su diabetes llegaron a producirle estragos mayores, pues al enterarse de la existencia de Ezequiel Montaño Academia de Naturismo Integral (EMANI) y del estilo de vida que esta promueve, supo tomar la decisión de ingresar de forma oportuna: “Un día, gracias a Dios, viendo el teléfono vi a Ezequiel Montaño, eso fue un viernes, y al día siguiente vi a alguien que dijo que ya tenía no sé cuánto [en la Academia] y que su azúcar había bajado de 280 mg/dl en una semana, y como el día de mañana iba a ser el evento de Sacramento y ya no alcanzaba a ir para allá, pero, cuando vi que había otro la siguiente semana en San Francisco dije «Nada pierdo con ir y ver»”. Para él, ese fue el primer acierto que tuvo en su camino de recuperación: acudir al Seminario Vivir Sin Diabetes con la mente abierta para escuchar aquello que le planteaba la posibilidad de recuperar su salud: “Dije, vamos a ir, nada pierde uno con ir a ver y pues, gracias a Dios, sí me sirvió”.

a partir de ese día, abandonó todos los fármacos que había estado tomando

Para el señor José Luis, la asistencia a ese evento fue el momento en el que su vida comenzaría a cambiar, pues añade que, a partir de ese día, abandonó todos los fármacos que había estado tomando por 9 años y, tan solo una semana después, se encontraba ingresando al Reto Vivir Sin Diabetes de EMANI:  “Duré una semana para comprar todo lo que ocupaba para empezar y esa semana comí de todo, al final que dije «Nomás esta semana y ya», por eso, cuando entré a la Academia me salieron 232 mg/dl [en la prueba de azúcar]”. No obstante, reconoce que al principio sus allegados no creían que realmente fuera a comprometerse con el Reto: “Me decían mis amigos, mi señora, todos en mi familia: «¿Y sí vas a aguantar?». No me creían, hasta que vieron que sí era en serio y hasta empezaron a hacer lo mismo que yo, porque vieron mi cambio luego, luego.”

Así, el 7 de marzo de 2022, el señor José Luis Padilla comenzó el Reto con el que, estaba convencido, recuperaría su salud: “Los primeros días me fue muy difícil porque el cambio de alimentación fue mucho, yo estaba puesto a comer carne 2 o 3 veces por semana, pero el cambio fue muy duro para mí nomás los primeros días porque ya después se me fue haciendo normal”. Y es que el señor José estaba decidido a hacer todo lo que se le planteaba en su Programa de Salud Educativo (PSE) al pie de la letra, pues verdaderamente confiaba en que si otros ya lo habían logrado él sería uno más: “El día que empecé con el Reto mi azúcar me salió en 232 mg/dl y a la semana me bajó a 109 mg/dl, ¡me bajó por mitad en una semana! Ya después de ahí me subía a 180 mg/dl a 190 mg/dl, 160 mg/dl y así poco a poco fue bajando. En ese mes así estuvo, el siguiente ya estuvo bajando. Hubo un día que me llegó a 87 mg/dl, otro a 93 mg/dl y otro a 98 mg/dl”.

reconoce que su proceso de reversión de diabetes abarcó el conocimiento

Para el señor José Luis, ingresar a la Academia fue una experiencia de total aprendizaje, pues reconoce que su proceso de reversión de diabetes abarcó el conocimiento de cómo cuidar de su cuerpo alimentándose sanamente, conocer los horarios en los que se deben ingerir los alimentos, a qué hora es más recomendable dormir, qué hacer al despertar, etcétera. Por otro lado, ha descubierto también la importancia del cuidado de la mente, por ejemplo, con el manejo adecuado de las emociones, algo que aprendió de la mano de su psicóloga a lo largo de su estadía en el Reto: “Con ella aprendí a no enojarme, a hablar conmigo mismo, a seguir la disciplina que se enseña aquí en la Academia, porque yo todo eso no, no hacía nada, yo como dicen por ahí, me levantaba y caminaba nomás porque sabía que tenía que caminar, pero no sabía ni pa dónde”.

El señor José Luis nos comparte que para él solo los primeros días de adaptación al Reto le representaron dificultad, pues enseguida logró habituarse tanto al barro, a los asientos de agua fría, así como a su nueva alimentación, en la que aprendió el valor que tiene beber agua para mantener un balance óptimo en el organismo: “Empecé a sentirme más liviano, empecé a andar con más energía, empecé a acostumbrarme a no enojarme de la nada; bajé como 30 libras”.

Sin duda, esa ligereza con la que el señor José aprendió a desenvolverse en su día a día fue el resultado de un cambio a nivel mental que se convirtió en una modificación de acciones y hábitos con los que él cambió el rumbo de su salud y de su vida: “Yo quiero recomendarles a todas las personas que entren o que vayan a entrar que sí se puede hacer todo aquí en EMANI, nomás tienen que seguir las indicaciones al pie de la letra, porque no es fácil hacer todo esto, pero no, tampoco es difícil, lo difícil es que uno se proponga hacer las cosas, lo demás solito se da”.

Finalmente, “Todo se puede” es la frase con la que José Luis Padilla resume su paso por la Academia de Naturismo Integral, luego de que su prueba final de A1C resultara en 5.7%. La suya es una historia de éxito, como la de las más de 800 personas que el día de hoy pueden decir con orgullo que la diabetes ha quedado fuera de sus vidas: “En 2 semanas se ve el cambio total, porque ya estás comiendo diferente, estás haciendo tu estilo de vida diferente y sí, sin duda, ¡todo se puede!”.

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Víctor Sánchez

Psicólogo

Director General de EMANI

Director del Departamento de Psicología

Cuando se me presentó la oportunidad de ser parte de EMANI, la verdad no me era muy atractivo, eso cambio cuando comprendí a cabalidad la misión y visión de la empresa, ahora que tengo el puesto de Director General de EMANI y Director del departamento de psicología, esta labor en conjunto me llena de satisfacción por la manera tan profunda como cambiamos las vidas de nuestros increíbles estudiantes.