Lamentablemente, las personas diabéticas que no cambian por completo su estilo de vida y continúan poniéndose en las manos del sistema médico tradicional tienen más riesgo de padecer distintos problemas de salud causados por la diabetes. Al no ponerse en acción para revertirla, lo único que hacen es llenar su cuerpo de medicamentos e insulina para, supuestamente, controlar sus niveles de glucosa en la sangre, aunque la realidad es que ese control que dicen tener es mentira, pues realmente nunca mejoran y solo van dejando que su cuerpo empeore paulatinamente. Este comportamiento, al final del día, lo que provoca es que se tengan complicaciones de salud graves y más cuando, además de la diabetes, se tiene otro padecimiento como la hipertensión que también tiende a afectar la vista. Por ello, si se tienen estos dos padecimientos, es lógico que las complicaciones de salud sean mucho más graves y avancen más rápidamente. Aunque es importante aclarar que esto no quiere decir que las afectaciones en la vista, por ejemplo, solo se agravarán si se tienen 2 o más padecimientos, la diabetes por sí misma puede provocar este y muchos otros problemas de salud como:
Al tener ciertas complicaciones, en algunos casos, es inevitable tener que someterse a una cirugía. Millones de personas en el mundo se han sometido a algún procedimiento quirúrgico, ya sea por necesidad de resolver una urgencia de algún problema de salud o simplemente por querer hacerse un cambio estético. Para muchos de ellos esa situación no ha significado nada relevante en sus vidas, pues con la tecnología que ahora se tiene es más fácil confiar en que todo saldrá bien durante y después de la intervención; sin embargo, a pesar de esto, para los diabéticos no es así. Someterse a una cirugía implica muchas cuestiones de cuidado, pues su cuerpo no funciona igual que el de las personas no diabéticas.
El proceso preoperatorio para alguien que padece diabetes es más difícil y de más cuidado que para los demás. De ahí que a lo largo de este artículo se vayan a mencionar algunas recomendaciones y datos que deben saber todas aquellas personas diabéticas que están por someterse a una cirugía:
Por lo común, las personas que asisten al sistema médico tradicional salen de cada consulta con una lista de fármacos que deben tomar para controlar sus niveles de azúcar en la sangre, pues desde el punto de vista de ese sistema todos los diabéticos deben estar medicados. Entonces, si uno está próximo a tener una cirugía, es importante compartirle al médico encargado todos los medicamentos que se consumen para la diabetes y él tomará la decisión de si se deben dejar algunos días antes o si se puede continuar consumiéndolos sin problema, pues hay algunos fármacos que elevan el riesgo de una complicación durante la cirugía, como los inhibidores de SGLT2. Por otro lado, si se toma metformina, probablemente el médico indique que se suspenda su consumo 48 horas antes de la cirugía para disminuir el riesgo de la acidosis láctica. Es importante mencionar que todas estas indicaciones las da el médico basándose en el historial clínico del diabético, así como en los resultados de los análisis preoperatorios. En algunos casos, los resultados no son favorables e indican que la persona no es apta para hacerse una cirugía en ese momento, por lo que terminan reprogramándola. Asimismo, también es necesario mencionarle al médico los problemas de salud que se padecen además de la diabetes, por ejemplo, problemas cardiacos, de riñón, etcétera, así como los fármacos que consumen para estos.
Es importante entender que lo ideal es consumir los alimentos saludables junto con la familia, pues muchas veces lo que hace que el diabético se sienta excluido y no apoyado es preparar su comida aparte de la del resto de la familia o ver que ellos siguen consumiendo aquellos platillos que, en buena medida, le provocaron su padecimiento. Y es que suele suceder que entre familiares se hacen comentarios como “Tú cambia tu alimentación, tú tienes diabetes, nosotros no” y esto demuestra que no hay apoyo completo de parte de esos seres queridos. Para evitar esto se recomienda que antes de iniciar con el cambio de alimentación se haga una reunión con los integrantes del hogar y, ahí, hablar de la importancia que tendrá ese cambio de alimentación en el proceso de recuperación del diabético: lo que puede pasar si nolo hace, contrastado con lo que sucederá si sí lo hace, así como las ventajas que tendrá para todos, es decir, explicar que no solo el diabético obtendrá beneficios gracias al cambio de alimentación, sino que serán para toda la familia. Nunca hay que hacer cambios sin haberlo comunicado antes.
Si se trata de una cirugía con anestesia general programada, lo ideal es que los niveles de azúcar en la sangre se estabilicen antes de la cirugía, así que es posible que el médico indique asistir con un especialista en nutrición o que él mismo dé un plan alimenticio para asegurarse de que el nivel de glucosa esté bien controlado. Si, por el contrario, se trata de una cirugía de urgencia, antes de la intervención se debe evaluar el nivel de glucosa, electrolitos e hidratación y se debe corregir cualquier alteración antes de entrar al quirófano.
Como es bien sabido, la anestesia sirve para que la persona no sienta dolor durante la operación, pero también es útil para que los doctores hagan de la mejor manera su trabajo, pues inmoviliza al paciente, permitiendo que el personal médico trabaje sin interrupciones. Esto es el lado positivo de la anestesia, pero para el diabético hay un lado negativo que es sumamente peligroso: la anestesia general disfraza los síntomas y signos de hipoglicemia, lo que impide que esta se reconozca oportunamente y obliga a tener un monitoreo constante de los niveles de glucosa. El rango óptimo para las personas diabéticas durante una cirugía es de entre 120 y 180 mg/dl, si se tiene 200 mg/dl o más, aumenta el riesgo de una infección bacteriana por una alteración de la función de los leucocitos, además de que complica la cicatrización. Por todo esto es de suma importancia que los niveles de azúcar en la sangre estén bien estabilizados antes de la cirugía.
Si se administra diariamente insulina, es necesario preguntar al médico la dosis que se debe administrar desde un día antes o incluso el día en que está programada la cirugía. Otra cosa muy importante de mencionarle al médico es si se padece diabetes tipo 1 o tipo 2, pues las indicaciones serán diferentes para cada una. Por lo común, se recomienda que no se interrumpa su consumo de insulina, pues tan solo para las necesidades basales metabólicas se utiliza aproximadamente la mitad de la insulina que produce el afectado, incluso en estado de ayuno; entonces, si se sabe que el diabético no produce insulina en absoluto, o no la suficiente para el correcto funcionamiento del cuerpo, lo lógico es que no pueda descontinuar su tratamiento con insulina, sin embargo, siempre hay que seguir las indicaciones que dé el médico.
La cirugía y la anestesia general representan un estrés que provoca un aumento en los niveles de distintas hormonas contrarreguladoras de los niveles de glucosa en sangre. Entre esas hormonas está el cortisol, la principal hormona secretada por el cuerpo ante situaciones que generan estrés en el organismo y que aumenta la glucosa en la sangre, poniendo al diabético en riesgo de sufrir hiperglucemia y cetoacidosis durante la intervención. De esta forma, si el estrés quirúrgico, el ayuno (que probablemente indique el médico para el día de la cirugía) y la anestesia alteran por completo la regulación final de la glucosa en sangre del diabético, este es más propenso a tener complicaciones durante la intervención, como infecciones en el lugar de la operación, en las vías urinarias e incluso mayor índice de mortalidad en cirugías no cardiacas. Por otro lado, así como la hiperglucemia es peligrosa durante la cirugía, también lo es la hipoglucemia. Esta puede darse ante una falla en el intento de estabilizar los niveles de azúcar antes de la intervención, pues la combinación de medicamentos para reducir la glucosa en sangre y el ayuno puede provocar que los niveles de azúcar disminuyan peligrosamente, produciendo hipoglucemia severa. Y el problema con la hipoglucemia es que también podría pasar desapercibida por la anestesia general, resultando en complicaciones considerables como convulsiones, retraso al despertar, lesiones neurológicas irreversibles e, incluso, la muerte.
Lo ideal siempre será ponerle un alto a la diabetes, hacer un cambio en el estilo de vida y vivir conforme al Naturismo Integral para revertirla y no dejar que continúe dañando al cuerpo. Es importante detener la diabetes para que no provoque que se termine en un hospital en espera de una operación, pues como se ha abordado en este artículo, los riesgos para un diabético son muchos más que para las personas no diabéticas, además de que su preparación es muy delicada, pues si se omite información como los medicamentos que se consumen o los otros problemas de salud que se tienen, puede haber consecuencias fatales.
Mejorar tus niveles de azúcar
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Víctor Sánchez
Psicólogo
Director General de EMANI
Director del Departamento de Psicología
Cuando se me presentó la oportunidad de ser parte de EMANI, la verdad no me era muy atractivo, eso cambio cuando comprendí a cabalidad la misión y visión de la empresa, ahora que tengo el puesto de Director General de EMANI y Director del departamento de psicología, esta labor en conjunto me llena de satisfacción por la manera tan profunda como cambiamos las vidas de nuestros increíbles estudiantes.