Como siempre insistimos desde el Naturismo Integral, hoy vamos a repasar por qué es de vital importancia llevar un equilibrio entre la mente y el cuerpo. Desafortunadamente, es común que las personas únicamente piensen y tengan disposición para abordar aspectos sobre el cuidado de su salud física, ya que es lo que solemos ver a primera vista. Es por esto que, erróneamente, asumimos que una persona se encuentra saludable si presenta una apariencia delgada e imaginamos que por vernos de esta forma automáticamente contaremos con un mejor estado de salud.
Cuando experimentamos emociones fuertes, que a menudo son las negativas, como estrés o ansiedad, o cuando sentimos dolor físico o tenemos sensación de inestabilidad, nuestro cuerpo produce adrenalina y cortisol, que estimulan las glándulas suprarrenales y aumentan los niveles de glucosa. Este mecanismo de autodefensa se activa automáticamente cada vez que nos encontramos ante una amenaza, pues ese aumento de adrenalina y cortisol permite que tengamos más energía para enfrentarla o huir de ella. Desafortunadamente, este proceso de autopreservación, ocurre de la misma manera en todas las personas, incluidos los diabéticos, y el problema es que en ellos esto resulta en afectaciones particulares en su salud, pues tiene un impacto importante en los niveles de azúcar.
Las personas a menudo escuchan sobre la diabetes emocional y, aunque algunas de ellas llegan a creer que es posible contraer esta condición por un susto o un enojo, la realidad es que esto es solo un mito. Por su parte, lo que sí es verdad es que existe una relación directa entre el estrés y los altos niveles de azúcar en la sangre, circunstancia que tiene una explicación. Como se mencionó al inicio, cuando las personas experimentan estrés, dolor, miedo, inestabilidad o ansiedad, el cuerpo libera cortisol y adrenalina y, al suscitarse este proceso, el organismo sabe que necesita más energía, por lo que inmediatamente inyecta altos niveles de glucosa en el torrente sanguíneo. El problema es que, en el caso de los no diabéticos, este efecto colateral del estrés y la ansiedad no tiene mayor importancia, porque logran regular estos niveles de glucosa y mantenerlos en valores óptimos sin que la subida sea perceptible; por el contrario, en el caso del diabético estos efectos lo afectan considerablemente en vez de ser de ayuda. Es decir, los no diabéticos no son afectados por la subida de glucosa porque su organismo la metaboliza según se produce, regulándola y manteniendo los valores habituales sin mayor problema, pero en un diabético no es posible regular esa glucosa de la misma manera precisamente por su problema de salud.
Así pues, volviendo a la creencia en la diabetes emocional, viendo todo esto es comprensible la confusión de las personas, sin embargo, como hemos explicado, aunque sí existe esta relación estrecha entre emociones y diabetes, no existe la llamada diabetes emocional. Es importante entender esto porque hay que saber que no son las emociones las causantes del problema de salud, pero sí es importante gestionarlas de manera correcta para evitar que justamente alteren la salud y generen picos de glucosa como efecto colateral.
Por todo esto es que se insiste tanto en que, para los diabéticos, experimentar emociones fuertes es por sí sola una situación de riesgo sobre la que habría que guardar cuidado. Si el diabético experimenta estas situaciones de forma continua y constata que su nivel de glucosa en sangre aumenta frente a estos episodios, podrá comprobar por sí mismo cómo una situación de estrés continuo puede resultar perjudicial para su salud y, por lo tanto, será capaz de buscar alejarse lo más posible de este tipo de emociones.
Un caso de somatización en el diabético es la depresión. La depresión es más que solo estar de mal humor, es una afección que causa sentimientos de tristeza y, a menudo, la pérdida de interés por las actividades que se solían disfrutar. Esta, además, puede interferir en el desempeño laboral o en las actividades de casa y, aunque es una condición que debe ser atendida en todos los casos, en los diabéticos debe ser vista como un asunto prioritario ya que puede obstaculizar las prácticas de autocuidado que la diabetes exige. No podemos olvidar que cuando uno no puede manejar bien la diabetes, aumenta su riesgo de presentar complicaciones cardiacas o en el sistema nervioso. Entonces, si los pensamientos, los sentimientos, las creencias y las actitudes pueden afectar qué tan sano está el cuerpo, los problemas de salud mental que no se traten pueden empeorar la diabetes, así como los problemas relacionados con ella pueden empeorar los problemas de salud mental. La buena noticia es que si se mejora en uno, el otro también tiende a mejorar. No es casualidad que las personas con diabetes tengan entre 2 y 3 veces más probabilidades de presentar depresión que las personas sin diabetes, se trata de una relación bilateral que debe ser abordada desde ambos extremos. Por eso, es sumamente importante prestar atención a cualquier signo que indique un posible estado de depresión, como:
Es necesario identificar estos malestares, pues la mayoría de ellos se presentan justamente cuando se padece diabetes, y casi siempre están relacionados con el impacto emocional que el diabético sufre al recibir la noticia de que tal problema de salud ha llegado a su vida. Entonces, mientras más pronto se los identifique, más pronto se podrá actuar al respecto y trabajar en ellos para que no se desarrolle la depresión. Afortunadamente para quienes se atreven a vivir el Reto Vivir Sin Diabetes, de la mano de las disciplinas del Naturismo Integral aprenderán a canalizar y calmar las emociones que causan estas alteraciones en el ritmo del día al día y en sus prácticas de autocuidado necesarias para vivir una vida sana y feliz. No obstante, tanto a quienes ya son estudiantes como a quienes no, es posible que les surjan dudas respecto a esta dinámica entre diabetes-emociones-calidad de vida, por ello, a continuación, plantearemos y explicaremos algunas de ellas.
Varios estudios han demostrado ya que las emociones pueden influir en cómo se maneja la diabetes. Por nuestra parte, desde la Academia hemos podido corroborar que algunos estudiantes muestran altos niveles de azúcar en sangre cuando experimentan emociones negativas y, por el contrario, niveles de azúcar en sangre casi normales en días con emociones positivas. Asimismo, como explicamos anteriormente, el estado de ánimo también puede afectar la dieta, el ejercicio y demás actividades de cuidado, por lo que es de vital importancia acostumbrarse a monitorear las emociones por las que atravesamos en el día a día, para poder constatar que estas no afecten nuestro estado de salud y si es así, implementar las estrategias necesarias para experimentarlas de la mejor manera.
En las personas diabéticas suelen nacer ciertas emociones que pueden provocar un aumento en los niveles de azúcar en la sangre y, como hemos dicho antes, eso además es negativo porque afecta las actividades de autocuidado que esta condición requiere. Por otro lado, se sabe que esas mismas emociones también pueden elevar la presión arterial hasta el punto de una hipertensión transitoria o tener efectos permanentes en el corazón si se continúa con un mal manejo de emociones negativas como el estrés. Ninguno de los dos efectos es particularmente adecuado para personas con diabetes, por el contrario, ser feliz ayuda a mantener la presión arterial normal, promueve niveles estables de azúcar en la sangre y previene complicaciones. Finalmente, como hemos dicho antes, las emociones pueden influir en los comportamientos de autocuidado, lo que significa que ciertos sentimientos pueden estar directamente relacionados con la decisión de llevar a cabo, o no, las actividades necesarias para cuidar la salud del diabético, como seguir una alimentación adecuada, realizar su actividad física y demás.
Cabe mencionar que las emociones son el producto de un largo refinamiento del instinto de supervivencia, por eso a menos que trabajemos en ellas, somos incapaces de controlarlas; el ser humano no estaría hoy aquí sin ellas, pues de no tenerlas, nuestra especie se habría extinguido. Así, sabemos que, por ejemplo, la ansiedad preparó a nuestros antepasados para la lucha o la huida. El problema es que hoy día, cuando ya no tenemos que huir de grandes depredadores que acechen alrededor nuestro, la mayoría de las veces vemos negro donde no hay negro, es decir, algunas emociones se disparan cuando el peligro no es real, de ahí la importancia de aprender a manejarlas. Debemos aprender a usar nuestras emociones de manera que nos sirvan, ya que si aprendemos a manejarlas asertivamente nos ayudarán a alcanzar nuestras metas y felicidad. Para ayudar con eso, en la Academia de Naturismo Integral cada estudiante cuenta con la asistencia de los psicólogos y tutores, quienes les explicamos el paso a paso de su proceso y los acompañamos a lo largo de este. A través de la enseñanza de este material, nosotros les brindamos las herramientas necesarias para llegar a su meta, entre las que se hayan las que les sirven para que las emociones se vuelvan sus aliadas. Esto no significa que el trabajo se realice todo de nuestras manos, si no que nosotros estamos ahí para guiarlos y que codo a codo podamos alcanzar el sueño de una vida libre de diabetes y con salud plena, abarcando también el bienestar emocional.
Mejorar tus niveles de azúcar
Encender la esperanza de que Sí es posible Vivir Sin Diabetes
Prepararte para transformar tu vida y Vivir Sin Diabetes
Víctor Sánchez
Psicólogo
Director General de EMANI
Director del Departamento de Psicología
Cuando se me presentó la oportunidad de ser parte de EMANI, la verdad no me era muy atractivo, eso cambio cuando comprendí a cabalidad la misión y visión de la empresa, ahora que tengo el puesto de Director General de EMANI y Director del departamento de psicología, esta labor en conjunto me llena de satisfacción por la manera tan profunda como cambiamos las vidas de nuestros increíbles estudiantes.