Descubrir la verdad sobre la diabetes:
la historia de triunfo de Eugenio Iteriano

Por Lorena Cárdenas

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A la edad de 70 y con muchos años más de salud por delante, el señor Eugenio Iteriano, quien hoy forma parte de los más de 800 casos de éxito con los que orgullosamente cuenta la Academia de Naturismo Integral, nos comparte cómo fue para él atravesar todo su proceso en el Reto Vivir Sin Diabetes. Pero, sobre todo, nos demuestra que, sin importar la edad que se tenga, lograr una vida en la que la salud vuelva a ser parte del día a día es una realidad por la que vale la pena luchar; esta es su historia.

Eugenio Iteriano, de procedencia salvadoreña, llegó a Estados Unidos hace 41 años, en 1981. Desde entonces, como miles de hispanos, se dedicó a trabajar duro y a formar un patrimonio que ahora comparte con su esposa, la señora Aurora, quien para él ha sido parte fundamental en la victoria de esta dura prueba pues, luego de vivir con diabetes por 22 años, hoy puede decir con felicidad que ese capítulo de su vida es historia. Su caso, es como el de miles de personas alrededor del mundo. Tras una visita al médico, se le condenó a vivir toda su vida dependiendo de fármacos luego de presentar una prueba A1C cercana a 10%: “Los doctores me decían que la diabetes nunca se iba a quitar, que con esa tenía uno que vivir todos los días de su vida”.

Descubrio que los médicos le habían dicho toda su vida no era verdad

Afortunadamente, un día, luego de que su hijo escuchara en un programa de radio sobre el Seminario Vivir Sin Diabetes que el naturista Ezequiel Montaño estaría llevando a cabo en Santa Clara, California, el señor Eugenio pudo descubrir que aquello que los médicos le habían dicho toda su vida no era verdad: “Nunca había tenido la oportunidad de estar en un programa que me dijera que se podía quitar la diabetes. Fue una maravilla haberlo conocido, porque empecé el Reto con él y después de 5 meses ya estoy sin diabetes”.

El señor Eugenio cuenta que, antes de ingresar a la Academia, para él solo existía la posibilidad de controlar su condición a través de la medicina que su médico le indicó. Y, aunque por años estuvo controlado solo con el consumo de los fármacos y algo de actividad física, hubo una ocasión en la que sus niveles de glucosa en sangre se le descontrolaron al grado de requerir atención médica de urgencia: “La máquina no marcaba mis niveles de azúcar, la tenía arriba de 500”. Cuenta que, entonces, su médico lo envió al hospital para ser atendido de inmediato y ahí, tras 4 horas, lograron equilibrar sus niveles de glucosa en sangre de nuevo: “Es la única vez en toda mi vida que me pasó eso; de ahí en más, yo andaba siempre trabajando y no se me subía en exceso, pero que se me quitara [la diabetes] no”.

llegué a 35 unidades de insulina, fíjese y empecé con 10

No obstante, y a pesar de que el señor Eugenio nos comparte que la mayor parte de su vida se mantuvo estable, narra que cada ocasión en que iba a cita con su médico y obtenía en sus pruebas los mismos valores de azúcar en sangre, o más altos, este le subía la dosis de fármacos: “Me decía: «le vamos a subir tanto», y así hasta que llegué a 35 unidades de insulina, fíjese y empecé con 10. Aparte él me quería dar otra clase de medicina más, pero no, le dije que ya no, que mejor iba a hacer ejercicio para ver si me baja”.

Afortunadamente, para el señor Eugenio, todo esto cambió apenas tuvo la oportunidad de unirse a EMANI, pues al mes 15 días de ingresar al Reto Vivir Sin Diabetes dejó de tomar metformina y tan solo 15 días después dejó de inyectarse insulina, debido a que, en palabras de él mismo “cada día, poco a poco, se me iban bajando [los niveles de azúcar en sangre].”

Gracias al seguimiento de una verdadera dieta que le permitio reducir sus niveles de azúcar

Asimismo, el señor Eugenio nos cuenta que durante su estadía en la Academia bajó de peso, ya que al comenzar pesaba 170 libras y actualmente se encuentra en 140. Todo gracias al seguimiento de una verdadera dieta que le permitiera reducir sus niveles de azúcar en sangre, al mismo tiempo que se nutría y se llenaba de energía y ánimo para continuar hasta alcanzar su meta: “La alimentación fue una maravilla también, porque eso me ayudó mucho y hasta el momento siempre la estoy tratando de mantener. No al 100% como antes, porque también compré un libro que es para los no diabéticos”, menciona aludiendo al libro Diabetes: Cookbook Step by Step que, junto con el libro Diabetes: La verdad Oculta y la Diabetes Guía Práctica forman parte del Kit Básico de Primeros Auxilios de EMANI, con el que el señor Eugenio confiesa que continúa aprendiendo mucho: “Me ha gustado bastante también el que habla sobre la verdad oculta, acerca de cómo es el proceso con el que los doctores pues, le infunden a creer a uno lo que ellos dicen, que [la diabetes] no se quita”.

Desafortunadamente, para el señor Eugenio, la experiencia con el sistema médico tradicional es muy parecida a la de otros testimonios. Nos comparte que, una vez iniciado su Reto, al abandonar el consumo de metformina, su doctor lo reprendió severamente: “Se enojó, me dijo que él era el doctor, que él tenía que estar de acuerdo en que iba a dejar, que lo había hecho mal, bastante agresivo se puso conmigo. Tuve que cambiarme de médico porque no me gustó todo lo que él me estaba diciendo; él quería obligarme a que me tomara las pastillas, aunque yo no quisiera: «¡Tenés que tomártelas porque yo soy el doctor y yo soy el estudiado!», por eso mejor me cambié”.

Sin embargo, a pesar de ese trago amargo, el señor Eugenio se mantuvo firme en su proceso de la mano de su psicólogo, su tutor y, por supuesto, su esposa. Así, luego de cambiar de especialista, pudo notar cómo en sus pruebas de A1C se iban reflejando los frutos de su esfuerzo: “Empecé [el Reto] con una A1C de 8.9%, luego cuando ya me cambié de médico tuve 6.5%, fue por lo que decidí quedarme un mes más en el Reto”. Al preguntarle si a ese segundo médico le informó que estaba en un programa de salud, él contestó que sí: “Le dije que estaba tomando un Reto de salud integral y que por eso quería otra cita para el próximo mes, y cuando volví me dijo «¡Wow, tienes todo bien, la glucosa la tienes a tanto, la presión, los riñones, todo, no hay nada mal, ¡todo está fantástico! Al final [la prueba A1C] me salió en 6.3% ese fue el último, me dijo el médico usted ya no tiene diabetes”.

Para Eugenio Iteriano ese fue el momento en el que supo que había alcanzado su meta, pues además de lograr decirle adiós a su diabetes, el resto de padecimientos que lo aquejaban como la presión arterial y el colesterol altos, también se redujeron considerablemente; lo que demuestra que poniendo en práctica los principios que propone el Naturismo Integral es posible recuperar la salud de forma completa, no solo reducir los niveles de azúcar o controlarlos como hacen los fármacos desde la medicina tradicional: “Me he sentido muy feliz, porque anteriormente cuando trabajaba siempre sentía que me rendía y estaba agotado y ahora los trabajos que haga no siento que me canse, la energía me volvió completamente y todo eso es una maravilla, todo ha sido para bien de mi salud”.

Finalmente, por todos los beneficios obtenidos en su vida, el señor Eugenio, quien actualmente maneja pruebas de azúcar en sangre que oscilan entre los 90 y 110 mg/dl, dedica unas últimas palabras para motivar a quienes deseen, como él, recuperar su calidad de vida: “Uno se conforma con lo que le dice el doctor porque eso mismo me pasaba a mí, pero ahora ya sé que sí se quita y más con la prueba que uno tiene que es uno mismo que lo ha logrado. Ojalá que muchos puedan descubrir la verdad y tomen acción para ver si un día se les quita [la diabetes] porque sí se puede”.

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Víctor Sánchez

Psicólogo

Director General de EMANI

Director del Departamento de Psicología

Cuando se me presentó la oportunidad de ser parte de EMANI, la verdad no me era muy atractivo, eso cambio cuando comprendí a cabalidad la misión y visión de la empresa, ahora que tengo el puesto de Director General de EMANI y Director del departamento de psicología, esta labor en conjunto me llena de satisfacción por la manera tan profunda como cambiamos las vidas de nuestros increíbles estudiantes.