La canela, una especia que se destaca por su dulce aroma, se obtiene del árbol conocido como canelo, Cinnamomum verum por su nombre científico. Su sabor es reconocido por la gran mayoría de las personas, ya sea porque disfrutan consumirla o porque tratan de evitar los alimentos que la contienen, pues el uso de la canela es muy común para aromatizar múltiples platillos, además de tomarse como té o ser incluida en la preparación de distintas bebidas y postres.
Aunque el uso culinario de la canela se extiende desde años atrás, especialmente empleada en la India, gran parte de su popularidad se debe a los múltiples beneficios que aporta a la salud y no solo por ser un sazonador, ya que posee propiedades que la califican como “un remedio” ante diferentes padecimientos. Es rica en vitaminas y minerales, como el hierro o el fósforo, además de que contiene cinamaldehído, la molécula responsable de su aroma y sabor, así como de algunas otras de sus cualidades.
Esta especia aromática actúa como antiinflamatoria, antioxidante, antimicrobiana y anticancerígena. Su consumo regulado puede ayudar a proteger al organismo de las enfermedades cardiovasculares y mantener el peso corporal, además de que se le adjudica ser un “controlador de la diabetes”.
A pesar de los efectos positivos que pueda presentar en el cuerpo, es importante recordar que los llamados “remedios naturales”, a los que pertenece la canela, no hacen más que aplacar los síntomas de un malestar, ocupándose de ellos de manera momentánea, y no del padecimiento como tal, ya que no hay ni una planta ni un remedio que solucione de raíz las consecuencias de vivir con malos hábitos. Por ejemplo, si se toma todos los días un remedio natural para mejorar la digestión pesada, pero se continúa sin hacer ejercicio o comiendo alimentos malsanos, los malestares seguirán presentándose.
No obstante, los remedios naturales, utilizados sabiamente y acompañados de hábitos saludables, sí resultan de gran ayuda, por ello, La Fitoterapia, una de las disciplinas que forman parte de la Naturaleza número 1 del Naturismo Integral, la Naturaleza que está alrededor, está llena de herramientas que solo tienen una verdadera repercusión en la recuperación de la salud cuando se usan en conjunto con el resto de las 35 disciplinas del Naturismo Integral. Sin embargo, para conseguirlo es importante conocer sus beneficios y saber cómo utilizarlas, así como las consecuencias de abusar de su consumo.
La canela forma parte de una dieta saludable tanto como ingrediente en la preparación de algunas comidas —aportando sus nutrientes y dulce sabor— como bebida a manera de té, siendo esta última una de las opciones más conocidas para consumirla. Actúa en el organismo de diferentes maneras, teniendo efecto sobre distintos malestares y funcionando como un preventivo.
Una de sus cualidades más destacables es la influencia que posee en el funcionamiento de la insulina en el cuerpo, pues ayuda a aumentar sus niveles, de manera que resulta beneficiosa para las personas con diabetes. Sin embargo, es importante recalcar que a pesar de que se hable de la canela y su capacidad para ayudar a la regulación del azúcar en la sangre, no debe ser considerada como un medicamento ni como una solución ante este problema de salud, sino que cuando forma parte de una alimentación equilibrada y un estilo de vida con buenos hábitos, se pueden aprovechar mejor todos sus beneficios.
La revista Annals of Family Medicine, una publicación bimestral supervisada por seis organizaciones médicas estadounidenses, realizó un estudio que incluyó la participación de un total de seiscientas personas valoradas con diabetes tipo dos, quienes tomaron canela en dosis de ciento veinte miligramos a seis gramos al día, durante dieciocho semanas, consumiéndola antes, durante y después de sus comidas diarias. Como resultado, los diabéticos que tomaron la especia mejoraron significativamente sus niveles de azúcar en sangre, en comparación con las personas diabéticas que no consumieron canela, lo que muestra sus grandes propiedades.
Para incluirla en el régimen alimenticio del diabético se puede tomar como infusión o ingerirla por la mañana como polvo recién rallado. Su efecto para nivelar el índice glucémico se debe a que tiene la cualidad de intervenir en el organismo, haciendo que el azúcar en la sangre entre más fácilmente a las células. Además, actúa como antioxidante ayudando a evitar el daño producido por el exceso de radicales libres —moléculas que se producen en el organismo de manera natural como resultado de reacciones biológicas y que son necesarias, en números controlados, para mantener una buena salud—, contribuyendo a mejorar el aprendizaje y la memoria, aumentando la capacidad de concentración y previniendo el Alzheimer y el Parkinson, padecimientos a los que los diabéticos son susceptibles a desarrollar debido a las afectaciones en el cerebro como consecuencia de la diabetes. También, su papel antioxidante beneficia el funcionamiento del páncreas, el órgano encargado de producir la insulina.
Las aportaciones a la salud que ofrece la canela pueden ser aprovechadas tanto por las personas con diabetes como por los no diabéticos, pues en el cuerpo de quienes no padecen esta afección actúa como un agente preventivo y mantiene el buen funcionamiento en las áreas mencionadas. Además de su acción benéfica en la regulación del azúcar y de su función como antioxidante, esta especia ayuda a combatir varios tipos de infecciones, tanto bacterianas como fúngicas. Se ha demostrado que el aceite de la canela trata de manera eficaz el daño en las vías respiratorias causado por hongos; por otra parte, para la salud bucal, los efectos antimicrobianos de la canela previenen las caries y reducen el mal aliento.
Así también, la canela tiene influencia sobre el estado de ánimo, funcionando como antidepresivo, pues controla el proceso inflamatorio en el cerebro ayudando a incrementar la serotonina, la sustancia que regula el humor, aumentando la felicidad y la sensación de bienestar. Sumado a esto, también auxilia en la reducción del colesterol malo, lo que significa una prevención ante enfermedades cardiacas.
Con respecto al estómago y los malestares que pueden derivarse de una mala digestión u otros agentes externos, la canela evita la formación de gases y reduce las náuseas y mareos; estimula la secreción de jugos gástricos, protegiendo al estómago; combate la hinchazón abdominal, por ser un antiinflamatorio y disminuye los dolores y molestias causadas por la menstruación. Es buena, también, para el control del peso, ya que estimula el procesamiento de los carbohidratos y grasas, además de que ayuda a reducir el apetito. Asimismo, tiene efectos sobre la apariencia de la piel, pues, aparte de estimular la circulación sanguínea, sus antioxidantes combaten en la lucha contra el envejecimiento celular, retardando los signos de la edad.
Es común encontrar en tiendas de abarrotes y naturistas la canela en presentación en polvo o en pequeños tubos; esta última es la forma que se utiliza para preparar el mencionado té y se obtiene raspando la corteza del árbol en época de lluvias, cuando el canelo está más blanco. Su preparación es sencilla, solo se requiere poner a calentar el equivalente a una taza de agua hasta que llegue a su punto de ebullición, se aparta el agua del fuego y se coloca una ramita de canela, dejándola reposar hasta que el agua esté fría, o al menos a una temperatura aceptable para beber.
Es recomendable utilizar la rama de canela y no el polvo, ya que la mayoría de las veces la canela en polvo no está recién molida, lo que significa que ya ha perdido gran parte de sus propiedades. En caso de que se desee utilizarla en esa presentación, es importante asegurarse de que esté fresca aún y añadir a la taza de agua caliente una o dos cucharaditas, dependiendo de la intensidad de sabor que se le quiera dar.
Además de esta preparación, la canela se puede combinar con múltiples ingredientes naturales, pues se trata de un elemento versátil cuyas cualidades trabajan en conjunto con las de distintas plantas y frutas, aumentando sus beneficios a la salud. Algunas otras recetas en las que se integra la canela son:
A pesar de que la canela tiene efectos sumamente favorables en el cuerpo, también puede hacer que la persona que la consume desarrolle efectos secundarios, sobre todo si se ingiere en exceso. La canela es segura en pequeñas cantidades, lo equivalente a un máximo de seis gramos al día, medida que se puede procurar hasta por seis semanas; luego de ese lapso, habrá que dejar descansar al cuerpo por al menos dos meses para poder volver a tomarla. Hay que tener en cuenta que no significa que al día se deba consumir esa cantidad de canela, sino que es el límite que hay que respetar. Para medir su consumo en infusiones, equivale a no más de tres tazas en un día.
Los efectos que puede ocasionar van desde alergias e irritación en la piel hasta hipoglucemia y daño hepático —complicaciones en el hígado—, dependiendo de la persona y la especie de canela que se consuma. Tampoco debe ser ingerida durante el embarazo o por personas que padezcan de úlceras gástricas o intestinales. De manera general, las personas con cálculos biliares, enfermedades en el hígado, o que estén tomando medicamentos anticoagulantes deberán evitar la ingesta de canela. Con respecto a los bebés e infantes, hay que tener especial precaución, sobre todo si se tienen antecedentes de alergia en la familia o si son asmáticos, así como si sufren de eccema, una hinchazón en la piel también conocida como dermatitis.
Es necesario consultar con un experto si se desea incluir la canela en la dieta de cualquier persona, diabético o no, pues los efectos que puedan desarrollarse dependerán del organismo de cada uno. Hay que prestar atención a cómo el cuerpo recibe esta especia cuando se ha consumido, tanto para reconocer consecuencias favorables como complicaciones.
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Víctor Sánchez
Psicólogo
Director General de EMANI
Director del Departamento de Psicología
Cuando se me presentó la oportunidad de ser parte de EMANI, la verdad no me era muy atractivo, eso cambio cuando comprendí a cabalidad la misión y visión de la empresa, ahora que tengo el puesto de Director General de EMANI y Director del departamento de psicología, esta labor en conjunto me llena de satisfacción por la manera tan profunda como cambiamos las vidas de nuestros increíbles estudiantes.